Culiacán, Sinaloa – La Fiscalía General de la República (FGR) ha emitido un comunicado en el que expone serias deficiencias en la investigación realizada por la Fiscalía General del Estado (FGE) de Sinaloa en torno al homicidio de Héctor Melesio Cuen Ojeda, exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
Según la FGR, la necropsia del cuerpo de Cuen Ojeda presenta omisiones cruciales, como la falta de una correcta descripción de los signos cadavéricos inmediatos, la temperatura corporal, los signos tanatológicos, y las livideces. Además, no se detalló adecuadamente la evolución del estado del cuerpo.
El informe de la FGR también señala que el cuerpo del exrector presentó un grave hematoma en la cabeza y cuatro heridas de bala en las piernas. Sin embargo, en el lugar del crimen, tres empleados de la gasolinera donde ocurrió el hecho afirmaron no haber escuchado disparos, y no se logró identificar con precisión a los ocupantes de la camioneta involucrada.
Otra crítica destacada por la FGR es la ausencia de una mecánica de hechos y la falta de procesamiento criminalístico tanto del lugar del crimen como del vehículo implicado. Aunque se encontraron manchas de sangre humana en la batea de la camioneta, no se realizaron peritajes ni se tomaron determinaciones al respecto.
Aún más preocupante es que no se cumplieron las medidas de preservación del cuerpo, permitiendo su incineración, un acto que contraviene las prácticas criminalísticas estándar en investigaciones de homicidios.
La FGR decidió atraer la investigación del asesinato de Cuen Ojeda el lunes 12 de agosto, a petición del gobernador del estado, Rubén Rocha Moya, quien solicitó la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador para asegurar la imparcialidad en el proceso.
Es importante recordar que, inicialmente, la FGE aseguró que, según el testimonio de un testigo, Fausto Corrales, el exrector fue asesinado durante un intento de robo de vehículo la noche del jueves 25 de julio. Sin embargo, una carta atribuida a Ismael «El Mayo» Zambada señala que Cuen Ojeda fue asesinado en el mismo lugar donde él había sido traicionado y posteriormente entregado a las autoridades estadounidenses, pero en la mañana del mismo día.
Esta posible conexión entre el asesinato de Cuen Ojeda y la detención de «El Mayo» Zambada es lo que motivó a la FGR a asumir la investigación.